Un nuevo cóctel de antivirales contra el VIH se tolera mejor en pacientes que inician el tratamiento. El cambio es importante. Desde 1996 se sigue una recomendación general para que esa primera terapia combinada estuviera formada por dos inhibidores de la transcriptasa inversa (fármacos que impiden que el material genético del virus, que está formado por cadenas de ARN, se transformen en ADN) y un inhibidor de la proteasa (que impide que se formen proteínas clave para la reproducción del virus). Lo que un grupo de investigadores ha demostrado con el estudio Flamingo, que publica The Lancet, es que el inhibidor de la proteasa puede sustituirse con ventaja por un inhibidor de la integrasa (impide que el ADN viral se integre en el ADN de la célula huésped), en concreto por el dolutegravir. Por seguir con la similitud de los cócteles, sería como pasar del gin-tonic al vodka-tonic. Con dos ventajas: es mejor tolerado (como si diera menos resaca) y a los 48 meses no aparecen resistencias (uno no se harta). Por eso Bonaventura Clotet, médicos del hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, que también dirige el IrsiCaixa, afirma que podría ser un cambio en los estándares de tratamiento.
Un nuevo cóctel de inicio contra el VIH se tolera mejor que el estándar
Un nuevo cóctel de antivirales contra el VIH se tolera mejor en pacientes que inician el tratamiento. El cambio es importante. Desde 1996 se sigue una recomendación general para que esa primera terapia combinada estuviera formada por dos inhibidores de la transcriptasa inversa (fármacos que impiden que el material genético del virus, que está formado por cadenas de ARN, se transformen en ADN) y un inhibidor de la proteasa (que impide que se formen proteínas clave para la reproducción del virus). Lo que un grupo de investigadores ha demostrado con el estudio Flamingo, que publica The Lancet, es que el inhibidor de la proteasa puede sustituirse con ventaja por un inhibidor de la integrasa (impide que el ADN viral se integre en el ADN de la célula huésped), en concreto por el dolutegravir. Por seguir con la similitud de los cócteles, sería como pasar del gin-tonic al vodka-tonic. Con dos ventajas: es mejor tolerado (como si diera menos resaca) y a los 48 meses no aparecen resistencias (uno no se harta). Por eso Bonaventura Clotet, médicos del hospital Germans Trias y Pujol de Badalona, que también dirige el IrsiCaixa, afirma que podría ser un cambio en los estándares de tratamiento.
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